El “ladrillo” es resguardo mientras que el dinero se devalúa más de un 30 % al año. Además, la experiencia prueba que el ladrillo resiste las tormentas. A la larga, siempre, recupera el valor. La clave, no salir en medio del temporal. Nos ha demostrado que lo mejor que le podemos dejar a nuestros hijos es propiedades generando flujos de fondos, y no depósitos bancarios, ni acciones, bonos, etc
Lo cierto es que nuestro país está permanentemente sujeto a ciclos económicos, y los inmuebles en las últimas crisis cayeron mucho menos que los activos financieros, y esto no es la primera vez que ocurre. Por ejemplo los precios de las propiedades en Buenos Aires y de las acciones en Argentina, durante décadas se comportaron de manera similar, con excepción de las últimas crisis en las cuales los activos financieros se desplomaron, mientras que los inmuebles simplemente no.
Es momento para empezar a ver buenas inversiones inmobiliarias. No cualquier inversión inmobiliaria, sino BUENAS inversiones inmobiliarias.
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